Y un día volvió el fútbol para River. Volvimos a respirar el aire de cancha que tanto buscamos. A sentir el cosquilleo previo a un partido, fruto de la pasión y no del medio. Olor a fútbol dentro y fuera de la cancha. River volvió a ser noticia por el juego.
¿Pero que extrañábamos? Las jugadas erradas, las atajadas para la foto, las faltas de expulsión directa, la simulación.
Los cantos de la hinchada, el olor a paty de cancha, el café caliente para calentar el estomago frío de fútbol. Siete mil almas de River a favor del fútbol, veintidós jugadores en busca de una pelota. Entonces… ¿puede ser que todo esto sea indicio de muerte, de violencia?
El fútbol hoy volvió a ser lo que siempre debería… JUEGO Y DEPORTE, ILUSION Y SENTIMIENTO. VICTORIA O DERROTA. NADA MÁS.
Pero volvamos a esas cosas que extrañabas tanto como yo:
- El abrazo con el hincha de River que uno tiene al lado y desconoce.
- La cargada ingenua entre las tribunas por quien grita más fuerte.
- La hinchada unida coreando el nombre de River.
- El insulto al árbitro por ese invento en contra.
- El hacerse el boludo y mirarnos de reojo cuando nos inventan a favor ( fue penal?).
- La entrada del equipo a la cancha.
- El ponerse nervioso por jugadas intrascendentes que creemos que son de vida o muerte y cuando vemos la jugada en la tele nos decimos ¿esto fue? No paso nada.
- Ver al burrito que extrañábamos.
Si hay tantas cosas lindas que el fútbol nos da porque tenemos que llevar a otros hechos que lastiman nuestra historia, que lastiman nuestro nombre. Hoy volvió el fútbol a River, hoy respiramos cancha y hacemos nuevamente lo que nos gusta: hablar de River, de pasión y de juego. A partir de ahora hacemos River mi Buen Amigo, el programa que no solo se escucha, se siente……………
Juan Maestripieri
