La impotencia reinó en el Monumental. El fastidio de los hinchas se tradujo en silbidos para el equipo que se retiró en silencio, aún impactado por esos noventa minutos en los que River estuvo tan cerca de golear y tan cerca de perder sobre el final, cuando Jorge Córdoba se erró un gol increíble, con River regalado en ofensiva. El presente del equipo millonario lo obliga a no andar con media tintas: necesita sumar de a tres y más ante un rival directo en la lucha en la promoción.
River sigue hundido en el desencanto. Lleva cuatro partidos sin ganar: dos empates (ante Quilmes y Banfield) y una derrota, frente a Newell´s, en Rosario. La apuesta de Cappa aún no se hace carne en el plantel, que sabe que el promedio acecha. River sigue en zona de Promoción, y hoy no le pudo descontar puntos a Gimnasia, que antes de empezar el torneo Apertura le llevaba 8 unidades a los millonarios.
La supremacía fue marcada desde el inicio del partido. River dominó a Gimnasia desde el primer minuto. Con Funes Mori muy activo, el equipo de Cappa tuvo muy claras ocasiones de gol durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Un dato no menor: tuvo tres balones en los postes en la etapa inicial. Esto marca la supremacía que existió en el juego, pero que no se pudo plasmar en el marcador. El conjunto que dirige Pablo Morant lució desconcertado y desbordado. Erik Lamela, por la izquierda, fue una pesadilla de tanto ir al ataque. Al planteo ofensivo de Cappa le faltó el gol y se apoyó en la jerarquía de Carrizo, que en la única que tuvo respondió ante un cabezazo muy peligroso de Córdoba.
En el segundo tiempo, con el ingreso de Buonanotte, River siguió yendo, pero sin tanta claridad. Mariano Pavone tuvo una situación clarísima, pero la intervención de Sessa lo privó de gritar su segundo gol con la camiseta de River. El Lobo se refugió y esperó. El conjunto de Cappa se volcó de lleno en ataque y dejó espacios. Y así como River siempre pensó en el arco de enfrente, Gimnasia se encontró con contragolpes muy tentadores. Córdoba se perdió sobre el final un gol increíble cuando quedó de frente al arco de Carrizo, pero su tiro se fue apenas desviado. El Monumental se congeló por unos segundos.
Aun cuando debió golear, el equipo de Cappa terminó caminando por la cornisa. Falló mucho en ataque y terminó con oxígeno gracias a dos intervenciones de Juan Pablo Carrizo.
Gentileza: Cancha Llena