
A priori era claro que River debía sumar los 3 puntos. Mirando la tabla de arriba y mirando la tabla de abajo. Era la oportunidad para seguir descontándole puntos a los equipos que luchan por permanecer, y también la ocasión para consolidarse como único puntero.
Pero en cada partido hay un rival que también juega. En algunos partidos ese rival será inferior a River, en otras ocasiones será un equipo más formado y en otras habrá mayor paridad.
Creemos que el presente del equipo de Troglio, es más que respetable y a pesar de todo lo que se pueda decir, y de las obligaciones clásicas de River, el millonario esta vez no pudo. Primero porque jugó mal, volviendo a los flojos y desordenados desempeños de los jugadores; pero segundo porque tuvo un equipo que hoy se ha ganado un respeto (recordemos que ganó en Brasil y Uruguay en los últimos días).
Por eso River pudo haber perdido 2 puntos, pero es verdad también que no perdió, sigue con el arco invicto, empató este tipo de partidos que antes perdía tontamente, y sumó un punto que puede llegar a resultar valioso.
No por esto dejemos de poner foco en el retroceso futbolístico respecto al partido con Independiente.
Ferrari fue expulsado por un golpe sin pelota tempranamente; JJ López también tuvo que irse al vestuario por recriminarle la jugada al línea. Almeyda volvió a jugarse la vida en cada pelota, y esta vez Lamela y Lanzini estuvieron muy imprecisos; volvieron a cometer los errores por los que "se los conoce" cuando no andan bien. Lamela: egoista; Lanzini: perdido en el campo de juego, sin saber bien dónde ubicarse.
River repetirá en la próxima fecha horario, día y localía: Vélez será el rival, y esa será otra historia.