Seguramente no te gustará leer estas líneas porque hay poco lindo para rescatar en este año…¿Poco? Más bien no hay nada.
Una seguidilla de tristezas y desencantos profundos que ponen al hincha de River en la distinción número 1, cuando nos enteramos que River, fue el equipo que más hinchas llevó a las canchas durantes el 2007. No se puede creer. O quizás sí…
Uno que concurre a ver a River, vio a lo largo de todos los partidos como el hincha de verdad, ese que quiere a la camiseta por sobre el billete, acompañaba siempre.
Acompañó en las buenas (pocas veces) pero acompañó mucho más en las malas. Acompañó a River jugando en cancha de Vélez, por la suspensión del Monumental; acompañó a River jugando poco los domingos, y bastante entre semana, en horarios que la mayoría de las personas trabajaba. Acompañó los domingos en el inusual horario de las 14.00. Una vez más: el hincha millonario estuvo cuando tenía que estar.
Pero… ¿estuvieron a la altura de lo que es River los jugadores, la dirigencia y el cuerpo técnico? Está claro que no.
Podríamos ahorrarnos estas líneas y pensar en el 2008. Será fácil que el nuevo año sea mejor que el que pasó.
Ha sido el peor año de River, en mucho tiempo. Y si vos que estás leyendo estas líneas sos joven, seguramente ha sido el peor año de tu vida desde el punto de vista futbolístico y dirigencial, lejos.
Hacía tiempo que River no pifiaba tan profundamente en cada una de las 4 patas que sostienen a River: dirigentes, técnicos, jugadores e hinchada. Quizás no estés de acuerdo con este último ítem, pero hay que reconocer que aunque la mayoría de nosotros no seamos violentos y queremos a River de verdad, hemos vivado más de una vez a la gente que no quiere a River, hemos coreado a muchos que hacen negocios y se mueven por la vida con actitudes violentas.
Pero gracias a Dios River es tan grande, que aún en la malaria y actos corruptos sigue siendo considerado en el mundo como el Club más importante de Latinoamérica. Esto es River, y esto es lo que deberían saber muchos de los que le han hecho tanto mal a los colores.
Las 2 palabras clave de este último año fueron “el respeto y la identidad”. Ambas River las ha perdido. A River ya no se lo respeta y ha perdido mucho de lo que hacía a River el más grande. Y eso al hincha le duele. Rivales y el mundo del fútbol ya no reconocen en River lo que supo ser. Se nos ríen en la cara y algunos equipos conquistan extrañas proezas que antes eran imposibles de concretar.
Hubo una época que River tenía dirigentes que amaban su Club, amaban lo que hacían, y querían el bien para su afición.
Hubo una época en la que el socio y el hincha eran reconocidos por el Club.
Hubo una época en la cual los jugadores vestían con orgullo la camiseta de River y amaban tanto la institución que preferían quedarse. Y el afecto que demostraban hacia el Club era devuelto a la hinchada con goles y transpiración por la camiseta que vestían.
Hubo una época donde el hincha de River luchaba por los colores y el sentimiento ganador y no por el dinero y las sobras del negociado de algunos.
Y aunque la mayoría de los hinchas seamos de los verdaderos, nos hay que ser necios: Hoy River, nosotros hinchas y nuestra gloriosa historia, estamos desprestigiados, manchados y castigados por el comportamiento corrupto de unos pocos.
Hubo una época la cual el hincha era feliz. Quizás no todo salía bien futbolística o dirigencialmente, pero interiormente sabíamos que la malaria era fruto de la suerte, y no consecuencia de aguas turbias que empezaban a inundar el Club.
Por eso hubo una época en River.
Pero todo puede cambiar.
Si los que le hicieron tanto mal a River deciden dar un paso al costado, o empezar a rever la seguidilla de actos poco claros que han realizado en este último año, todo puede cambiar en River, y para bien.
Si los que amamos a River luchamos todos para el mismo lado, los personajes nefastos que tanto se han equivocado en el Club irán quedando en el camino y nosotros como representantes de River volveremos a recuperar el respeto, la confianza, la actitud, la historia y finalmente la gloria de los colores que tanto queremos.
Los que vamos al Club sabemos que esos enormes y oscuros pasillos deben recuperar la luz, la alegría y la esperanza de quienes los transitamos. Debemos volver a hablar de fútbol y recuperar la sonrisa.
¿Hubo en la historia de River barras? Siempre.
¿Hubo en la historia de River dirigentes sospechados? Siempre.
¿Hubo en la historia de River pequeños negociados internos? Siempre
¿Pero hubo en la historia de River tantas pifiadas juntas y en conjunto en las decisiones a tomar con respecto a lo futbolístico, dirigencial, institucional y social? Nunca.
El resultado actual no es el fruto de sólo un año, está claro. Son unos cuantos. Pero los nombres durantes estos últimos 10 años no fueron variando, sólo fueron cambiando puestos y responsabilidades; pero las caras en los pasillos fueron siempre las mismas.
Seguramente habrá entre los dirigentes una mayoría de ellos que quiere a River, es honesta e intenta hacer lo mejor por el bien del Club. Pero hasta ahora se han dejado llevar y manejar por los que hacen de River un objeto de ganancia personal.
Ahora que por suerte vamos borrando este 2007, deseando no repetirlo jamás, unámonos en este 2008, todos (los hinchas de verdad), por el bien de la historia. Por el bien de la mística Riverplatense que sólo nosotros entendemos y que nos hace únicos.
Recuperemos gloria e identidad y vayamos todos juntos construyendo el año de la unión y la recuperación Riverplatense.
Cuando brindemos en este 31, roguemos que desaparezca tanta metida de pata, y sólo recordemos 2 cosas: el superclásico y la recuperación del Burrito. Todo lo demás ha sido para ser olvidado, pero no borrado.
Recordemos que las palabras que vienen a continuación no pueden volver a repetirse:
Grupos Inversores, Locarno, Futbol Players Canadá, camas internas, Pasillos liberados, obras inconclusas, vidrieras de jugadores, porcentajes regalados a cualquier precio, asesoramientos institucionales encubiertos, los casos ACRO, los quinchos, los Sixto Peralta, deudas y más deudas con ex jugadores y técnicos, aumentos en la cuota social, periodistas silenciados, clausuras monumentales, recitales, negociados dirigenciales, corrupción…
Cuando hayamos terminado de pronunciar cada una de estas nefastas palabras, todas habrán quedado en el olvido y se habrán evaporado para nunca más volver a ser repetidas.
Y entonces, por decantación habrá comenzado un 2008 de recuperación y de unión de la familia de River.
Que todos los que queremos a River de verdad podamos tener el mejor de los años y apenas un 30 por ciento de lo que River supo ganarse en su larga y gloriosa historia.
Por la RECUPERACIÓN DE LA IDENTIDAD, EL RESPETO Y LA GLORIA que siempre supo distinguir a River.
Lo mejor para todos los que nos acompañaron y para el club más grande de América… lejos.
Juan Maestripieri