El partido había comenzado y la popular de River explotaba de gente. pero aún así no se habían percibido signos de que la fracción de los borrachos del tablón que puede concurrir a las canchas, estaba presente. O si era así, estaba diseminada.
Bastante tiempo después de arrancado el primer tiempo, con algunas banderas, una parte menor de los borrachos llegó al clásico. Sorprendió que no fueron en gran número los que llegaron.
Pero una vez cantando en las tribunas pudieron ver que la justicia no estaba para las dos partes establecida de la misma manera. La barra de Boca había podido introducir sus bombos dentro del estadio, como banderas que superan el límite establecido. mientars que a los de River no los habían dejado.
Esto hizo que finalizado el primer tiempo y en el receso de los 15 minutos, parte de la barra saliera nuevamente de la popular juntoa un gran número de hinchas que estaban e la popular para ir en busca de los bombos.
Y con la excusa de los bombos de Boca ya introducidos en la popular, la policía permitió que los de River también puedan introducir los suyos.
Después de un largo tiempo, meses..., comenzado el segundo tiempo se volvió a escuchar ese rudio futbolero, que nada tiene que ver con la violencia y sí, mucho, con el espíritu futbolero.
Es así que River pudo contar con los bombos nuevamente dentro de las canchas.
Y esa muestra de disconformidad que mostraron el año pasado gran parte de la barra dejando los bombos fuera del estadio y de no llevarlos a los estadios, parece haber quedado en el olvido y por suerte para el hincha que disfruta de los cánticos con fuerte presencia de los redoblantes y bombos podrá nuevamente disfrutarlos.
Enviado Especial