Esta tarde , como se ha informado a través de este blog, Ariel se fue disconforme del Monumental al no verse nuevamente en la lista de concentrados.Estaba formando parte de una práctica junto a Matías Almeyda y Diego Buonanotte entre otros, e intempestivamente decidió retirarse.
Cabe recordar que Ortega no juega desde la segunda fecha del torneo frente a Chacarita Jrs., luego de ese episodio que lo vió llegar tarde a la concentración. Desde ahí tanto el cuerpo técnico como el presidente del club decidieron e interpretaron que lo mejor para Ariel era comenzar un tratamiento serio y concreto en el tiempo, para contrarrestar a su adicción - ya reconocida por el player - .
Passarella, en persona se comunicó con la familia y habló con el jugador para hacerles entender que lo mejor para su persona era el comienzo de una buena atención a cargo de profesionales y que contaría con el apoyo de la institución para llevar adelante dicho tratamiento. Se sabe, y es de público conocimiento que nada quiere saber Ortega de atención médica, pero para dejar en claro que a él le interesa jugar, ha sido desde el incidente a la fecha un profesional, integrando cada uno de los entrenamientos con el entusiasmo de siempre.
Hoy, cansado de no recibir respuestas concretas por parte del cuerpo técnico, quién expresa que no está como para jugar por su bajo nivel futbolístico, y ha comenzado un raid por la prensa para descargar su bronca por la situación de incertidumbre que le genera no pisar el verde césped con su camiseta.
Ambas posturas son comprensibles, en primer lugar la acción llevada adelante por las autoridades ha sido concreta y coherente, la exigencia de un tratamiento es lo mejor para recuperar a la persona. En segundo lugar, aparece el Jujeño con su ánimo intacto para desarrollar su labor dentro de la cancha.
Entiendo que hay que ser razonable con el jugador, otorgarle posibilidades concretas y darle a conocer su situación real con el club.
Ojalá que podamos ver a Ortega una vez más con nuestra camiseta.
Andrés Silva
