
"Ahora, hay jugadores que no están para vestir la camiseta de River. En todo equipo está el tipo que pide la pelota y el que se esconde, ahora en el club sobran los últimos. Y el problema principal es que no hay una columna vertebral fuerte y se vuelve todo muy difícil".
"He visto caerse pesos pesados en un año electoral, que se juega muchísimo. Hay jugadores que en un año electoral van al vestuario, se ponen esa remera y les pesa más que nunca".
"Hay jugadores que no se animan a pedir la pelota, se quedan atornillados. El 'run run' de la San Martín, la Centenario en un año electoral es muy fuerte y para conseguir cosas importantes tenes que tener bien las tres patas en condiciones: dirigentes, jugadores e hinchada”.